Ferrocarril Bargas - Olías - Higares - Mazarracín - Azucaica - Toledo

Forcano 1948 :: ferropedia.es
En las cercanías de Toledo discurrían dos líneas de primer nivel, sin que ninguna se acercase lo suficiente como para justificar una estación: la Madrid - Extremadura (MCP) y la Madrid - Levante (MZA), 

Este aislamiento de la ciudad se remontaba a la época de la llegada del ferrocarril a Toledo en la época del Marqués de Salamanca, cuando se quedó como estación término de un mero ramal.

Desde 1881 ya circulaba el ferrocarril Madrid-Cáceres a través del valle del Tajo. Esto animó a idear enlaces desde Toledo a Bargas en forma de convoyes interurbanos. En 1897 "El Heraldo Toledano" apoyaba el trazado de un "tranvía a vapor o eléctrico" por la "espaciosa carretera Madrid - Toledo" para alcanzar Bargas o Cabañas de la Sagra.

En 1903 se planteó un ramal de Bargas a Olías del Rey por el camino de la Estación de Bargas, carretera del Ventorrillo de San Francisco a Valmojado y de Madrid a Toledo, terrenos de La Cañada entre los términos de Bargas a Olías y camino que comunica a Olías del Rey (GCH, 24.07.1903). Con máquina de vapor, según la publicación "Los Transportes Férreos", que manifestaba la escasa confianza mostrada en la viabilidad de este proyecto, por estar reducida a los escasos tráficos locales.

Desde 1904 existía una empresa de coches de mulas que llevaba viajeros entre Zocodover y la estación bargueña, pero el alcalde de Toledo impulsó una comisión para relanzar el deseado tranvía interurbano. La línea partiría desde Zocodover pasando por la Puerta de Bisagra a la estación de Bargas (14'230km), con ramal desde la Bola del Miradero a la estación del Paseo de la Rosa (1'450km) y otro desde Zocodover para concluir en un pequeño muelle de carga, en las Cuatro Calles (575m en doble vía), a fin de mover las mercancías por la calle del Comercio. (Medidas y tramos según GCH, 01.04.1904)

El asunto se fue encallando en el tiempo. 

En 1917, para paliar la falta de trabajo, "El Heraldo Obrero" pedía activar la unión ferroviaria entre Toledo y Talavera ante el Congreso, para terminar con el aislamiento. Se trataba de vertebrar las comunicaciones de este a oeste de la península (fundamentalmente mercancías) evitando la entrada en Madrid.

Las exigencias de establecimiento de este ferrocarril, llevó al Ayuntamiento de Toledo a aprobar una moción por la que se solicitaba al Gobierno la construcción de esta línea, pasando por la Fábrica Nacional de Armas (Gaceta de los Caminos de Hierro, 01.08.1924). 

La línea fue incluida en el Plan Preferente de Ferrocarriles de Construcción Urgente, aprobado por Decreto-Ley de 5 de marzo de 1926. Al amparo del Plan Guadalhorce, el 8 de Agosto de 1926 se presenta el proyecto que había acercado la línea a 1000m del casco urbano de Bargas y con la estación de partida situada en Toledo (La Alberqilla), cruzaría el Tajo entre Casa de Campo y Azucaica mediante un puente de 800m, cuyo coste se calculó en 500.000 pts, en tanto que el resto de la linea se calculó un coste no superior a las 400.000 pts.

Los trámites se llevaron a cabo con gran celeridad, quizá motivados por la pequeña envergadura de la línea y su escasa dificultad técnica. Así, el concurso de las obras se convoca el 15 de septiembre con un precio de salida de 5.693.159,56 pts, siendo adjudicadas el 13 de octubre de ese mismo año a Angel Aisa y Hermano con una baja del 27,3 % (4.131.657 pts) y un plazo de ejecución de año y medio.

El 5 de Julio de 1927 dan comienzo las obras, a cargo del Estado. A 31 de diciembre de 1929 se llevaban ejecutadas obras por valor de 2.546.087,30 pts, quedando pendientes de invertir 1.585.570 pts. En 1930 únicamente se llevaban certificadas un 70 % de las obras, sufriendo un parón general entre 1931 y 1932 y quedando rescindido el contrato de ejecución en 1934.

En enero de 1936, un informe titulado "El problema de los ferrocarriles en construcción" de la Oficina de Estudios de las Compañías del Norte y MZA, incluía el Ferrocarril de Bargas a Toledo en el grupo de las líneas que debían suspenderse y estudiar su abandono.

En ese momento el cuadro de gastos de la obra era el siguiente:

Gastado ptsPor gastar ptsTotal Pesetas
Infraestructura
3.600.000
1.000.000
4.600.000
Superestructura
2.100.000
2.100.000

TOTAL
3.600.000
3.100.000
6.700.000

La situación de guerra civil, con Madrid en zona enemiga, y teniendo en cuenta que este ramal permitía la conexión de Toledo con Salamanca desde Bargas y con trasbordo en Plasencia-Empalme, hizo que se justificara la inversión que restaba de sólo 3.100.000 pesetas. Por tanto el 12 de julio de 1938, se publicó la Orden de Construcción Urgente de un Ferrocarril Militar de Toledo a Bargas, completándose su ejecución el 20 de septiembre de 1938 (Orden de Servicio nº 22, de 10 de septiembre de 1938, de la Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste de España que anula y sustituye a la de igual número de fecha 31 de agosto). Según otras fuentes se completó el 30 de noviembre de 1938, siendo inaugurado el 22 de marzo de 1939. Y, puesta bajo la administración de la Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste de España a partir del 20 de agosto de 1939.

Las únicas circulaciones de trenes que se hicieron en esta línea fueron entre Toledo y Bargas, donde se enlazaba con los trenes de la línea a Extremadura sin llegar a haber servicios directos. Las locomotoras a vapor de los primeros años se sustituyeron por pequeños automotores ligeros en 1943 (ya en manos de RENFE).

En invierno, las crecidas de el río Tajo eran frecuentes y en ocasiones el servicio se veía suspendido por la peligrosidad que entrañaba el terraplén del puente sobre el río que incluso se vio derribado el 23 de enero de 1941. Hubo que consolidar dos arcos con nuevos encofrados "sustituido provisionalmente por tramos metálicos apoyados en castilletes de traviesas" y la línea volvió a funcionar hasta el 26 de Febrero de 1947 cuando otra inundación volvió a llevarse el mismo puente, quedando definitivamente suspendido el servicio por el coste de la reparación de los daños (12 millones de pts) y la baja afluencia de pasajeros que preferían el autobús interurbano que partía de Zocodover. Posiblemente fue el Ferrocarril de menor vida comercial.

Todos los intentos de reapertura fueron infructuosos. Una Orden Ministerial del 4 de Marzo de 1953 autorizó el abandono de la línea siendo desmantelada por RENFE, a raíz del Decreto de 11 de Noviembre de 1955. En 1972 se autorizó la desafección de los terrenos, quedando parte de ellos como caminos vecinales y otros invadidos por explotaciones agrícolas o desguaces de coches. Se desmontó el puente que cruzaba sobre la carretera de Mocejón a Toledo, mientras que el terraplén y de la vega y el puente sobre el Tajo se reconstruyeron y es hoy un concurrido lugar de paseo de los toledanos. Ningún temporal ni inundación ha vuelto a cebarse en él.

Aspectos técnicos de la línea

La línea partía a 400m del lado de Madrid de la estación de viajeros de Bargas, donde tenía su Km0. En total eran 18'621 km en vía única y contaba (según algunas versiones) con un apeadero junto al pueblo de Olías del Rey y con la estación intermedia de Higares situada en la mitad del trazado (P.K. 9'361, altitud: 528m). Según otras fuentes, también existían apeaderos en Mazarracín y Azucaica.

El perfil era ascendente hasta el P.K. 5'4, en Olías del Rey, para describir una bajada casi continua hasta Toledo. En algun documento se ha hablado de un puente metálico sobre el río Tajo de 200m en el P.K. 16. Sin embargo, el puente que se conserva sobre el río Tajo, es una obra de fábrica hecha en hormigón, con tres ojos en forma elíptica y otro en forma de arco romano, con la inscripción en blanco: 1941, año en que se reconstruyó. Siendo el anterior, posiblemente metálico.

También se construyó un puente de dos vanos, bajo el cual discurría la carretera de Toledo a Mocejón, muy cercano al puente del río Tajo y hoy desmantelado, más 3 pasos superiores, por los cuales pasaban la carretera local de Olías a Mocejón, la carretera Madrid-Toledo y otro muy cercano a este último, por el que pasaba un camino rural. Respecto del resto de las obras de fábrica, la línea contaba con 24 alcantarillas o tajeas, para permitir el paso de aguas y arroyos.

Fuentes

Comentarios

  1. Deberíais exigir que Toledo vuelva a tener tren convencional, que no hay derecho a que la alta velocidad (cara) sea la única opción, los pobres también tenemos derecho a existir.

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