Ahora que se está fraguando un nuevo POM para la ciudad, viene bien echar un vistazo a esta foto tomada en una calle de Toledo, que resume muchas cosas. En primer lugar la ubicación de la foto nos acerca a un punto singular, cercano al Casco Histórico, junto al antiguo hospital de San Juan Bautista, en el desnivel (hondonada) de dos calles producido por la existencia del antiguo anfiteatro de la ciudad, donde hoy está, casualmente la calle Honda. Todo ello en el entorno de uno de los primeros barrios que se edificaron extramuros y junto al intento de planificación urbana que Tavera proyecto entre el hospital de afuera, la puerta nueva de Bisagra y los jardines de La Vega, con la intención de modernizar la ciudad y adaptarla a los nuevas necesidades de una ciudad de la incipiente era moderna.
La escalera a ninguna parte
En este contexto, nos encontramos esta realidad: Una escalera que en su momento debía enlazar las calles Honda y Cardenal Tavera pero que hoy no enlaza nada, ni lleva a ninguna parte. Cegada por una barandilla que sin ella, tampoco sería transitable, por la considerable altura entre el último escalón y el nivel de la calle.
Esto nos demuestra como la ciudad se ha ido construyendo a golpe de improvisación, que en parte es normal, para una ciudad hecha sobre sí misma, pero que deja de serlo cuando nos situamos de los siglos XIX al XXI, cuando el urbanismo cobra sentido.
El Eixample de Barcelona empezó su construcción en 1860. Las primeras viviendas del barrio de Salamanca en Madrid se construyeron en la calle Serrano en 1863. Toledo en el siglo XIX se encontraba en un letargo absoluto, donde no era necesaria ninguna construcción nueva, ni planes urbanísticos de expansión, como sí lo eran en las ciudades pujantes. Es en la segunda mitad del siglo XX, cuando se inician los desarrollos urbanos en Toledo, que durante décadas (muchas décadas ya) se han ido realizando sin amplitud de miras en el tiempo, sin estrategia de futuro, sin grandes avenidas rectilíneas, preparadas para ser continuadas en los futuros desarrollos. Lo único parecido y que pudiese parecer un eje que atravesara la ciudad sería el que va desde el Puente de la Cava - Avenida de la Cava - Alfonso VI - Carreras - Puente de Azarquiel - Paseo de la Rosa - Avenida del Río Tajo, que prácticamente es el eje de la N-400. El resto son pequeñas avenidas que no unen los puntos importantes y que obligan a zigzaguear por la ciudad para llegar al destino. Como esta escalera a ninguna parte, que aparece en esta foto y que resume el urbanismo de Toledo.
Abramos el Google Maps
Recomiendo abrir el Google Maps y posicionarlo sobre la ciudad de Toledo, mientras se lee este articulo para poder corroborar lo que aquí se escribe.
Podemos ver fácilmente que los barrios se construyen según las necesidades del momento y en los huecos disponibles. Nunca pensando en ser continuados en una ampliación posterior. Santa Teresa, con una cuadrícula decente, pero sin posibilidad de continuidad por lo restos arqueológicos en Vega Baja, pero que no guarda correlación con su barrio contiguo: Palomarejos, que también está construido en cuadrícula, pero con diferente orientación. Además, éste barrio (Palomarejos) tiene calles interiores en sus manzanas en forma de "L", lo que no facilita en absoluto a la circulación, que si entras por el Norte, sales por el Este o el Oeste (expulsándote a un lado o a otro, en lugar de atravesar y salir por el Sur.
La ampliación de San Antón (Avenida de Europa), tiene una muy buena cuadrícula, pero, como ya comentamos, son barrios aislados, construidos en los huecos que quedaban entre la Universidad Laboral y los IES El Greco y Azarquiel, sin continuidad con los barrios periféricas.
Luego tenemos un tipo de construcción de rondas o calles que caracolean sobre sí mismas que empiezan en un punto y terminan en otro aleatorio, que no buscan comunicar o unir dos puntos, si no, simplemente son vías de borde que rodean o circunscriben el barrio al que alojan. Esto lo vemos en la Ronda de Buenavista, La Avenida de la Legua o la Avenida del Olmo (en Valparaíso). Son barrios nuevos, que por culpa de esta "planificación" viaria, se encierran sobre sí mismos e impiden la comunicación con los demás barrios del entorno.
Tan sólo el Polígono de Santa María de Benquerencia tiene una disposición de calles adecuada, con amplitud, zonas arboladas y zonas de aparcamiento en superficie para los segundos y terceros coches que hoy en día tienen habitualmente las familias. Algo que no se ve en los demás barrios. Pero fijémonos, este barrio se diseñó en los 60. Es una pena que barrios diseñados posteriormente hayan tenido un urbanismo peor que éste mas antiguo.
No existe un plan de ciudad
Y todo esto ocurre porque no existe un plan de ciudad, nunca lo ha existido. Jamás se han definido las zonas por las que la ciudad podría crecer y por las que no. No se ha plasmado la ciudad que se quiere en 50 o 100 años, si esto se hubiera hecho en los años 50, ahora tendríamos algo parecido a lo que se quería conseguir. Ni el Plan General de 1943, ni el de 1964, ni el de 1986, (ni el PECH de 1997), ni el Plan de Ordenación Municipal de 2007, han conseguido poner los pilares de la ciudad hacia la que queremos llegar. El resultado es que no tenemos nada. Tenemos una ciudad de barrios inconexos y lo que es peor, no sabemos hacia donde vamos o queremos ir. No sabemos como unirlos entre sí. No sabemos si queremos (o podemos) crecer por las llanuras de las vegas o si por los montes que las rodean.
Si nos inclinamos por las vegas: restos arqueológicos, pérdidas de paisaje, pero una ciudad mas cohesionada o compacta (con mas sentido). Si nos vamos a los cerros, seguiremos dejando huecos, creando barrios inconexos, pero no nos olvidemos que por los cerros de Buenavista, está una bella dehesa con encinares o que en Pinedo hay restos prehistóricos.
¿Hacia donde crecemos? ¿Por dónde es menos malo? ¿Qué ciudad queremos?
¿Tenéis respuestas?
Seguramente no, es un tema complejo, por eso no hay consenso a la hora de hacer un POM para la ciudad. Por eso el título de este artículo habla de encrucijada.
Algunas luces para tantas sombras
Pero no son todo sombras. Hay alternativas, hay opciones, hay oportunidades.
1. Las vegas del Tajo están protegidas, no prohibidas, que no es lo mismo. Se puede construir en las vegas, de hecho, ya están construidas, especialmente Vega Baja. Entre la Fábrica de Armas, el Cristo de la Vega (y sus alrededores), todo el Poblado Obrero (colegio incluido), San Pedro el Verde, las pequeñas viviendas de Coronel Baeza y todo Santa Teresa (colegio e Iglesia incluidos) ya están ocupando probablemente el 50% (a ojo) de la superficie de Vega Baja. Y no pasa nada. Seguimos siendo Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, seguimos teniendo unas vistas maravillosas desde la propia vega o desde la Peraleda (que tanto queremos proteger ahora).
¿Qué quiero decir con esto? Lo que no quiero decir es que se colmaten todas las vegas y se levanten viviendas de 5 alturas, y que se pierda la idiosincrasia de la ciudad. Lo que sí quiero decir, es que se pueden poner en valor los restos aparecidos, en Vega Baja, se puede reconstruir un gran parque botánico en Huerta del Rey, con paseos arbolados, huertas de árboles frutales, fuentes, canales y norias, recreando lo que fue hace ahora un milenio. Mil años, se dice pronto. A la vez que se podrían compartir usos con, por ejemplo, el Recinto Ferial (ahora que estamos dándole vueltas). Pero también podrían construirse viviendas unifamiliares de una sola planta (como ya existen en el poblado obrero), sin que suponga un problema, incluso viviendas plurifamiliares de 2 o 3 alturas (baja+1 o baja+2) en aquellas zonas en las que estudiando los Conos Visuales, se compruebe que no afectan. Y no sería ilegal, aunque sea BIC, en los BIC se puede construir, con ciertas condiciones, pero se puede construir. Es mas, el Casco Histórico es BIC y se construye continuamente, eso sí, bajo las estrictas normas del Plan Especial del Casco Histórico (que a veces, se incumple, pero eso ya daría para otro artículo). Podría hacerse un Plan Especial para las vegas, o simplemente extenderse la normativa del PECH a las mismas.
2. Otra opción de ciudad que sería posible es la ciudad de ciudades, la ciudad dispersa, multinuclear, multicéntrica, etc. (hay muchas denominaciones). Durante años, nos hemos convencido (yo el primero) de que el modelo de ciudad compacta mediterránea, con densidades medias-altas, es el mas eficiente, en contraposición al modelo de ciudad anglosajón, con densidades bajas. Y es cierto, es mas eficiente. Pero tampoco es una locura, llegados a este punto, dada la idiosincrasia de la ciudad de Toledo y con la orografía que esta misma tiene, sumadas a las protecciones y restos arqueológicos, que nos planteemos una ciudad con múltiples núcleos urbanos distribuidos por el territorio. Si vamos a caminar hacia este modelo, tenemos que planificarlo bien. No podemos improvisar nuevos núcleos que nos ocasionen mas problemas de los que tenemos. No necesitamos nuevos barrios de 2000 habitantes desconectados, como Azucaica. Existen estudios que nos indican que los barrios deben tener entre los 8000 o 10000 habitantes para que todos los servicios sean rentables. En barrios de estos tamaños, se pueden plantear todos los servicios sanitarios, deportivos, educativos, recogida de residuos y de transportes sin que supongan un sobrecoste. Son barrios, donde plantear un autobús urbano cada 10 o 15 minutos, no es una pérdida de dinero, donde enviar a un camión varios kilómetros para recoger la basura no es una locura.
De optarse por este modelo de ciudad, deberían planificarse y diseñarse barrios dispersos, pero siempre teniendo en cuenta que alberguen una población mínima y con unas densidades de población aceptables, que no supongan un lastre para la ciudad. Configurando así una red de núcleos urbanos que tienen que estar interconectados entre sí adecuadamente, y que compartan los servicios propios de poblaciones mayores entre ellos, como universidad, hospital, industria, zonas comerciales, que lógicamente no pueden estar en todos los núcleos. Esto implica viales directos entre los diferentes núcleos y puentes sobre el río que faciliten la movilidad de todos con todos los núcleos.
3. Una combinación de ambas propuestas anteriores sería ideal, con núcleos mas potentes que asumieran los pesos residenciales, comerciales, industriales, turísticos, etc. y otros núcleos con densidades mas bajas, zonas libres y abiertas para el esparcimiento de todos los ciudadanos.
4. ¿Y la UNESCO? ¿Qué opina de esto? Hasta donde yo sé, la UNESCO nunca ha presentado una amenaza real en Toledo para la retirada de dicho título en la ciudad. De hecho, nunca ha estado en contra del desarrollo de Toledo, solo ha marcado directrices. Lo único que hay que hacer es consultar, trabajar codo con codo, sentarse juntos en la misma mesa y exponer los problemas y aportar soluciones. Estoy seguro que desde la UNESCO estarían encantados de participar en un proyecto en el que se definieran los sitios propicios para la instalación de según qué cosas, en qué condiciones, con qué alturas y demás detalles.
Se pueden corregir errores y plantear (planear, planificar) una ciudad mejor. No solo hay que hacer un POM, además, tenemos que hacer un Plan de Ciudad, para que sepamos qué ciudad queremos, y cómo queremos que sea.
El urbanismo es clave para mantener la limpieza de las calles de las ciudades. Una buena planificación y gestión de los espacios públicos, así como el compromiso ciudadano en el mantenimiento de los mismos, son fundamentales para lograr una ciudad más habitable y sostenible.
ResponderEliminarGracias por esta preciosa publicación. Para nosotros es muy importante mantener en buenas condiciones el patrimonio de las ciudades.
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